¿POR QUÉ CONSULTAR CON UN OSTEÓPATA CON FORMACIÓN EN OSTEOPATÍA PERINATAL?
Un osteópata con formación en osteopatía perinatal conoce la fisiología y las patologías que afectan a la mujer durante el embarazo y después de dar a luz, lo que le permite adaptar las diversas técnicas de la osteopatía en función de las características del embarazo e incluso saber cuándo debe renunciar a tratar a una paciente.
Durante la consulta, el osteópata dirigirá sus preguntas hacia la experiencia vivida durante el embarazo (y los anteriores), interesándose especialmente por la zona de la pelvis, zona de paso durante el parto.
Si el bebé viene de nalgas, el equilibrado de la pelvis y el raquis y la relajación del diafragma y de los músculos de la zona perineal pueden ser suficientes en la gran mayoría de los casos, siempre que el bebé tenga la capacidad de girarse por sí mismo.
La maternidad es un periodo de metamorfosis constante. El cuerpo de la mujer no cesa de sufrir rápidos y constantes cambios, no dejando siempre el tiempo suficiente al cuerpo para adaptarse.
Estas adaptaciones se producen además en un cuerpo que, de por sí, ya tiene su propio historial de traumatismos. Puede darse el caso de que ciertas disfunciones del cuerpo de la propia mujer embarazada afecten al desarrollo tanto del embarazo como del parto. Por eso, resulta de vital importancia mantener un cuerpo bien equilibrado y reforzarlo para preservar la salud de la madre y la de su bebé.
El osteópata cuenta con una amplia formación en materia de fisiología, anatomía y patología humana que le permiten ayudar a la embarazada a mantener el equilibrio y a solucionar sus disfunciones.
Cualquier embarazada puede acudir a la consulta en caso de tener un embarazo complicado, con dolores que están ya presentes, pero también pueden hacerlo como medida de prevención al inicio del embarazo y una vez cada tres meses, y también durante la semana 38 para comprobar que la pelvis tiene la movilidad adecuada.
Su osteópata de confianza es una persona formada en perinatal y en pediatría, por lo tanto conoce perfectamente la fisiología del cuerpo relacionada con el embarazo. Además comenzará siempre la sesión haciéndole una serie de preguntas.
Así pues, el tratamiento no tiene un riesgo mayor durante el embarazo, ya que las técnicas utilizadas se adaptan en consecuencia.
Desde hace cierto tiempo resulta cada vez más frecuente realizar manipulaciones en mujeres embarazadas. Los ginecólogos y las matronas son cada vez más favorables a este tipo de técnica que permite a la mujer embarazada conservar un mayor nivel de confort y de movilidad.
La osteopatía es un tipo de terapia especialmente recomendado para mujeres embarazadas y bebés. Su osteópata trabaja como complemento a su ginecólogo y a la matrona para ayudarle a superar esta prueba lo mejor posible.
El osteópata puede ser útil en los siguientes casos:
Una sesión consta de tres partes:
Para comprender mejor su historial, patologías y traumatismos preexistentes.
Prepare sus informes médicos, ecografías del embarazo y cualquier otro informe de imagen médica en caso de haber sufrido traumatismos óseos u operaciones, ya que todo ello puede influir en el embarazo.
La maternidad es un periodo de metamorfosis muy rápida que puede sacar a relucir tensiones anteriores ocultas. El osteópata evaluará el estado de movilidad de los distintos tejidos de su cuerpo: los tejidos musculo-esqueléticos y craneales.
Las técnicas utilizadas por el osteópata en su consulta están especialmente adaptadas al cuidado de la mujer embarazada. La impregnación hormonal durante el embarazo hace que las técnicas sean todavía más efectivas ya que a menudo una pequeña mejora de la movilidad es suficiente para aumentar el confort y reducir los dolores.