Los síntomas que habitualmente conocemos como “alérgicos” suelen ser respiratorios (rinitis, sinusitis, bronquitis, asma, tos crónica …), dermatológicos (eczemas, urticaria, angioedema, prurito…), digestivos (diarreas, dolores abdominales, …). Ante patologías de este tipo se plantea una la posible etiología alérgica, y no cabe duda que a excepción de aquellas que son de origen infeccioso, el resto suelen ser provocadas por alergias o intolerancia a diversas sustancias.
Pero además hay un sin fin de enfermedades en las que se ha constatado que también son provocadas por alergias e intolerancias a alimentos, a tóxicos, a fármacos, a colorantes, conservantes, a pólenes y otros factores ambientales, a metales, a minerales, a aminoácidos, a vitaminas etc.. La artritis reumatoide, la depresión, la migraña, la gastritis, la colitis ulcerosa, la diarrea crónica, las abdominalgias crónicas, los problemas neurológicos, el síndrome de hiperactividad y déficit de atención etc.. también pueden estar provocadas por alergias e intolerancias a diferentes sustancias.